Por: Colectivo Nemugún Kine.
Aunque la pandemia del SARS-CoV-2 ha cambiado muchos hábitos en la comunidad, nos ha hecho replantearnos nuestra posición en nuestras vidas, familia y sociedad. Este virus ataca a las células de forma selectiva con variadas intensidades, atenta contra los órganos e incluso daña sistemas, afecta a todos los niveles sistémicos incidiendo desde la micro hasta la macro estructura. No obstante, es la fatiga, la disnea, el dolor articular, el dolor del tórax, sus principales síntomas y la restricción de los desplazamientos su principal consecuencia de contexto, es decir, en particular para los kinesiólogos es otra causa de disfunción solo que esta suma a las ya conocidas.
Coloquialmente, el covid-19 llegó justo cuando nuestra sociedad estaba impregnada de desigualdad, desgastada por los abusos, enferma de patologías crónicas y herida por la indiferencia de las élites (son ellos quienes además han sido los principales vectores). Su silenciosa pero tormentosa acción ha extremado las condiciones de vulnerabilidad de los más débiles de nuestro país y ha mutado desde una pandemia de origen biológico a una sindemia con fuerte carga social, revelando las incompetencias y las peores decisiones de una comunidad jerárquica, centralmente institucionalizada, mediada por el desconocimiento e indolente frente a la muerte (más de 20.000 fallecidos a la fecha).
Si bien, no estamos ajenos a la globalidad y probablemente esta vertiginosa realidad se repita en muchos otros países, es el momento de reflexionar, cuestionar el modo en que estamos actuando, cuales son los criterios con los que operamos y cual es la ética que respalda nuestras decisiones. Porque cuando las decisiones son extremadamente jerárquicas, las respuestas llegan tarde, son poco pertinentes y no resuelven las necesidades de la gente.
Es necesario que la toma de decisiones sea asumida en forma conjunta, mirando a la gente y no dándoles la espalda. Necesitamos profesionales autorregulados que busquen soluciones, que reflexionen y que siempre busquen la mejor forma de resolver los problemas. No olvidando que la participación activa de la comunidad solucionará de acuerdo a su necesidad, construyendo una mejor perspectiva de futuro que se podrá concretar en nuevas cartas magnas que sienten las bases de un nuevo mañana.
Este colectivo, no se margina de esa responsabilidad, todos constituimos esta patria que necesita vivir el presente, sin perder el foco del futuro pero con la memoria viva. ¡Construyamos en conjunto, volquémonos a la comunidad y generemos circuitos virtuosos de colaboración humana!. En nuestras manos está que el SARS-Cov-2 (covid-19) no solo sea un experiencia negativa, sino que uno de los aprendizajes más significativos de nuestra vida integrando la complejidad desde la molécula más pequeña de nuestro cuerpo hasta la forma en que hacemos sociedad. Tal oportunidad confirma una vez más que cada síntoma generado por esta sindemia, nos necesita profesionalmente como nunca antes.
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• Toma de decisión en tiempos de pandemia.
• Programas de perfeccionamiento en kinesiología.
• Filosofía intercultural y formación en kinesiología.
• Transmisión de Sun Tai Chi en Chile.
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